jueves, 18 de octubre de 2007

LAS ROZAS; Capital de la tranquilidad

Capital de la tranquilidad
La seguridad total no está nunca garantizada, pero en Las Rozas dedican muchos esfuerzos en pos de la tranquilidad de sus vecinos. La localidad es el segundo pueblo más seguro de la región, en parte gracias a sus 126 policías, y también por disfrutar del mayor cuartel de la Guardia Civil. Su cuerpo de Protección Civil, el SAMER, también trabaja por la seguridad de los roceños

Cualquier suceso empaña la tranquilidad de una localidad en cuestión de minutos, y, si el incidente se repite, genera una alarma no siempre justificada. En Las Rozas, como en cualquier punto de la región, también se ha producido alguna sonada pelea o se han sufrido algunos atracos con su consiguiente revuelo. La seguridad total nunca está garantizada, pero en algunas localidades, como en ésta, dedican sobresalientes esfuerzos en pos de la tranquilidad de sus vecinos, pese a que cualquier suceso lo empañe.

«Las Rozas es la segunda población más segura de toda la región, según los datos de la Guardia Civil», afirma el Ayuntamiento. Si ese dato se contextualiza explicando que la localidad está muy cerca de doblar la ratio recomendada de número de policías por ciudadano (uno por cada mil), la regla de tres no ofrece dudas: a más policía, más seguridad, y Las Rozas dispone de una considerable plantilla.
Por si fuera poco, la localiddad, junto a Majadahonda, disfruta del mayor cuartel de la Guardia Civil de toda España, con unos 200 efectivos.

En el éxito de la seguridad de Las Rozas también influye que la plantilla policial también trabaja estrechamente con la Benemérita y con otras Policías vecinas, como se puso de relieve el pasado día 17, cuando se programó un dispositivo de seguridad pionero en la región: por primera vez, las Policías locales de cuatro municipios colindantes —Boadilla, Las Rozas, Pozuelo y Majadahonda— participaron conjunta y coordinadamente en una operación, en la que también intervinieron guardias civiles..

El objetivo de este dispositivo, formado por más de 50 agentes, fue controlar las fiestas de Majadahonda una madrugada. En la operación no faltaron los «padres» de la idea: el consejero regional de Justicia e Interior, Alfredo Prada, y los alcaldes de las cuatro localidades. La colaboración se repetirá.

59 policías «regionales»
El 26 de noviembre de 2004 fue un mal día para los delincuentes que operan en los alrededores de Las Rozas. Ese día se firmó el convenio por el que la localidad, junto a otras 14, se incorporaba al proyecto de seguridad regional, cuya punta de lanza es la creación de las Brigadas Especiales de Seguridad Ciudadana (Bescam). Aquel día se acordó la incorporación de 39 nuevos agentes.

El 3 de julio de este año, tras el periodo de formación de los agentes, Las Rozas les recibió. La Policía local roceña, ese día, pasó a disponer de un total de 126 efectivos.
Fue sólo un avance de lo que supondrán las Bescam para la ciudad. Ahora se está a la espera de recibir 20 nuevos efectivos, que también se dedicarán, exclusivamente, a labores de seguridad ciudadana.

Si se cumplen los plazos previstos, a principios de noviembre de este año ingresarán en la Academia y, entre abril y mayo de 2007, se incorporarán a la Policía Local de Las Rozas. Ese día, la localidad dispondrá de 146 agentes.

Más vehículos
En abril de este año, además, el consejero de Justicia e Interior y vicepresidente segundo regional, Alfredo Prada, entregó a la localidad 11 nuevos vehículos destinados a la Policía Local. Además, Prada informó de que, hasta 2018, Las Rozas recibirá 24 millones de euros para dotación humana y material de los agentes.

Con los nuevos vehículos entregados y los ya adquiridos por el Ayuntamiento, la Policía Local de Las Rozas cuenta con 30 coches patrulla —4 todoterreno—, 5 camuflados, dos furgonetas, y 14 motocicletas, todos ellos con una antigüedad inferior a cuatro años.

Y un helicóptero
La Comunidad, además, también planea que Las Rozas acoja el helicóptero de las Bescam que cubra la zona norte de la región, al igual que otro ya patrulla el sur desde 2005.

Este helicóptero, con base en Móstoles, fue precisamente el que, el pasado 1 de diciembre, protagonizo un accidente cuando llevaba a bordo al presidente del PP, Mariano Rajoy, o a la presidenta regional, Esperanza Aguirre.

El helicóptero se ubicaría en el el nuevo centro que se construye para el el Servicio Asistencial Municipal de Emergencias y Rescate de Las Rozas (SAMER- Protección Civil), un destacado cuerpo profesionalizado que ha prestado su apoyo en multitud de catástrofes.

EL SAMER REALIZÓ EN 2006 CASI 3.000 INTERVENCIONES

Durante el año 2006 el SERVICIO ASISTENCIAL MUNICIPAL DE EMERGENCIAS Y RESCATE (SAMER) realizó 2.937 intervenciones, según datos de esta institución, lo que supone un aumento del 5,6 % con respecto al año 2005.

Se mantiene así, año a año, el número medio de intervenciones que este cuerpo de protección civil ha realizado y que en el periodo 2001 a 2006 han sido de 2.500 a 3.000 intervenciones por año.

Las actuaciones de tipo sanitario representan aproximadamente el 87% del total, mientras el 13% restante lo conforman aquellos servicios que, sin ser sanitarios, son actuaciones preventivas, como la asistencia en grandes eventos públicos, la limpieza viaria en supuestos de inundaciones o nevadas, la aplicación de medidas correctoras en los casos de heladas y otras intervenciones derivadas de riesgos naturales o tecnológicos.

El SAMER es un cuerpo municipal de protección civil creado en 1989. Tiene como misiones la protección física de las personas y de los bienes, en situación de grave riesgo colectivo, calamidad pública o catástrofe extraordinaria en la que la seguridad y la vida de las personas pueden peligrar y sucumbir masivamente. Realiza actuaciones en cuatro áreas: intervención, prevención de emergencias, autopromoción y formación.

El SAMER dispone de una nueva sede, inaugurada el 20 de octubre de este mismo año, y en su plantilla figuran 128 personas, entre profesionales y voluntarios. Dispone, entre otros medios materiales, de tres vehículos destinados a soporte vital avanzado (UVI), una ambulancia, un vehículo polivalente para la atención integral de catástrofes y emergencias colectivas, tres vehículos todoterreno para el rescate y salvamento en lugares de difícil acceso y tres vehículos de intervención rápida (VIR).

Cuenta además con una unidad canina de rescate y salvamento y diversas unidades especializadas, como la unidad ciclista y una brigada forestal y con un grupo especial de catástrofes. Está en posesión, entre otras condecoraciones, de la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Las Rozas y la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid.

Grupo de guiaas caninos de busqueda y rescate

El SAMER es el Servicio de Asistencia Municipal de Emergencias y Rescate y su objetivo es la protección física de las personas y de los bienes en Las Rozas. Hasta aquí, la definición técnica, sin embargo el SAMER es mucho más que eso, sobre todo es prevención. Pero antes de entrar en detalles hagamos un poco de historia.

En 1989 nació Protección civil de Las Rozas, que se creó como una agrupación más de voluntarios como la que hay en muchos municipios de España. En poco tiempo, ese servicio se hizo importante en la Comunidad de Madrid, tanto por volumen de personal voluntario como por la cantidad de servicios prestados. Con el tiempo, Protección Civil firmó un convenio con el Ministerio de Justicia por el tema de la objeción de conciencia. Después, con la supresión del servicio militar obligatorio, los objetores de conciencia desaparecieron y este servicio afrontó una nueva etapa. “Se planteó hacer un servicio profesional, el Ayuntamiento apostó por ello y así nació el SAMER”, explica Ángel Pesquera, el jefe de este servicio de emergencias en Las Rozas. Desde entonces Protección Civil pasó a ser la cara voluntaria y el SAMER la profesional de esta moneda. “La verdad es que no hay distinción entre el personal, todos tienen la misma formación, porque al fin y al cabo cuando estamos en la calle somos todos iguales”, puntualiza Pesquera, que añade, “con el SAMER hemos garantizado que Las Rozas tenga una UVI móvil durante las 24 horas del día.”.

En la actualidad hay 50 profesionales y 70 voluntarios que realizan más de 2.700 intervenciones al año de todo tipo, desde cubrir la clásica emergencia de “niño que se ha roto un brazo” hasta rescates en montaña gracias al grupo de perros de salvamento, con un tiempo de respuesta de 4 minutos en Las Rozas y de 6 o 7 minutos en el caso de Las Matas. Unos períodos récord si tenemos en cuenta que se calculan desde que se contesta al teléfono hasta que se llega al lugar de la incidencia; y más aún sabiendo que la base estaba situada en pleno polígono Európolis, una zona bastante conflictiva entre semana debido a la gran cantidad de talleres que obstaculizaban la salida de los vehículos del SAMER.

Pero eso ha cambiado porque este servicio tiene nueva sede, situada en un área mucho más abierta, enfrente precisamente del polígono. “Ahora tenemos mejor salida al pueblo, a Las Matas y a la carretera de la Coruña, pero sobre todo hemos cambiado a un edificio bonito y funcional”, comenta el jefe del SAMER orgulloso de su nuevo lugar de trabajo. Y lo cierto es que no exagera porque la verdad es que estéticamente es distinto a todo lo que se ha hecho hasta ahora en Las Rozas, pero además no se puede negar su funcionalidad. En sus instalaciones se ha separado perfectamente el área administrativa de la zona de emergencias, de manera que no se molestan entre sí a la hora de desarrollar sus respectivas funciones. Del mismo modo que los voluntarios y profesionales sanitarios no se cruzan en el camino del personal administrativo, tampoco los vehículos tienen ningún impedimento a la hora de salir a toda velocidad del recinto.

Sin embargo, esta nueva sede no es ningún capricho. Ángel Pesquera explicaba así su necesidad, “desde el año 93-94 el servicio ha cambiado tanto en medios como en materiales, desde entonces se ha cuadriplicado el servicio y ahora tenemos 15 o 16 vehículos y en el polígono habríamos tenido que dejar algunos en la calle. Además hay mucho material, así que había que hacer un edificio nuevo, porque en la zona en la que estábamos antes no había posibilidad de ampliación”. Una vez tomada la decisión, sólo faltaba buscar una parcela adecuada que permitiera una salida rápida a todas las zonas del municipio y así se hizo.

Cultura preventiva

Como decíamos al principio, el SAMER es más que emergencia y rescate, es un servicio de prevención, que se esconde tras el trabajo diario y que se demuestra por ejemplo con el hecho de que desde septiembre se venga recopilando sal, hasta los 30.000 kilos que ya se almacenan en su recinto.
“El SAMER sirve para proteger a las personas físicas bienes y materiales, eso significa que yo tengo que intentar prever todo lo que pase en Las Rozas y solucionarlo. Para ello hemos hecho un Plan de Emergencia Municipal, con el que hemos hecho un estudio entero de lo que es la localidad. Se ha valorado todo, inundaciones, nevadas, incluso terremotos o atentados terroristas...”, afirma Pesquera. Y si tenemos tenemos en cuenta que en toda la región tan sólo existen cuatro planes como este, no nos queda más remedio que reconocer que el municipio parece estar en buenas manos, en cuanto a prevención se refiere.

Otra de las facetas preventivas de este servicio es la desarrollada por la unidad ciclista que vela por la seguridad sanitaria en la Dehesa de Navalcarbón.

Pero la cultura preventiva no termina aquí puesto que los responsables del SAMER se encargan de inculcar este concepto entre la ciudadanía. “Hemos empezado a dar charlas a los niños de tres años, en las que jugando, les enseñamos a evacuar el colegio. Así cuando ese niño tenga 18 años ya lo hará de forma espontánea. Tendrán una cultura preventiva que habrán ido adquiriendo poco a poco sin darse cuenta”, concluye Pesquera, el responsable que no duda en acudir a cualquier lugar del mundo donde se necesite ayuda. De Pozuelo a Madrid y de Turquía a Perú. No tienen más que llamarles.